martes, 5 de marzo de 2013

EMBARAZO NO DESEADO

EL ABORTO

DEFINICION
La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.
En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida intrauterino
CLASES DE ABORTO
El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo se produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente, o bien porque causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre de su madre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.
En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior de la madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamente hablando, un aborto, y de hecho muchas legislaciones que se consideran permisivas en la tolerancia del aborto lo prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del infanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el Código Penal no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto, y, en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables sin recibir ningún castigo penal, al amparo de la legislación vigente precisamente en materia de aborto. Por eso utilizaremos en estas páginas la definición de aborto según el lenguaje corriente, de modo que la muerte provocada de un feto viable también será considerada como aborto.


TIPOS DE ABORTO
El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de algunos métodos domésticos, a través de los siguientes métodos:
- Por envenenamiento salino
Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que proteje al bebé. Se introduce una larga aguja a través del abdómen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o moribundo, muchas veces en movimiento.Este método se utiliza después de las 16 semanas de embarazo.
- Por Succión 
Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está desarrollando, así como la placenta y absorbe "el producto del embarazo" (osea, el bebé), depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los países desarrollados se realizan de esta forma.
- Por Dilatación y Curetaje 
En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la cual se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el bebé es ya demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en pedazos con ayuda de los forceps. Este método está convirtiéndose en el más usual.
- Por "D & X" a las 32 semanas 
Este es el método más espantoso de todos, también es conocido comonacimiento parcial. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. así extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le corta la placenta.
- Por Operación Cesárea 
Este método es exactamente igual que una operación cesárea hasta que se corta el cordón umbilical, salvo que en vez de cuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea no tiene el objeto de salvar al bebé sino de matarlo.


- Mediante Prostaglandinas 
Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su principal "complicación" es que el bebé a veces sale vivo. También puede causarle graves daños a la madre. Recientemente las prostaglandinas se han usado con la RU-486 para aumentar la "efectividad" de éstas.
- RU-486 
Se trata de una fármaco abortivo empleado conjuntamente con una prostaglandina, que es eficiente si se la emplea entre la primera y la tercera semana después de faltarle la primera menstruación a la madre. Actúa matando de hambre al diminuto bebé, al privarlo de un elemento vital, la hormona progesterona. El aborto se produce luego de varios días de dolorosas contracciones.
Efectos físicos
  • Muerte
  • Cáncer de mama
  • Cáncer de ovarios, hígado y cervical (cuello uterino)
  • Perforación de útero
  • Desgarros cervicales (cuello del útero)
  • Placenta previa (sic)
  • Recién nacidos discapacitados en posteriores embarazos
  • Embarazo ectópico
  • Afección inflamatoria pélvica [ pelvic inflammatory disease (pid)]
  • Endometritis
  • Complicaciones inmediatas
  • Riesgos añadidos para las mujeres con múltiples abortos
  • Riesgos añadidos para las adolescentes
  • Peor estado de salud general
  • Riesgo añadido por factores que hacen peligrar la salud
Efectos sicoologicos
  • Necesidad de tratamiento psicológico
  • Trastornos por estrés post-traumático (en inglés PTSD o PAS)
  • Disfunción sexual
  • Planteamientos suicidas e intentos de suicidio
  • Refuerzo del hábito de fumar con los correspondientes efectos negativos para la salud

  • Abuso del alcohol
  • Abuso de las drogas
  • Desórdenes alimenticios
  • Descuido de los niños o conducta abusiva hacia ellos
  • Divorcio y problemas crónicos de relación
  • Abortos de 
  • repetición
Temas de debate:





ABORTO TERAPÉUTICO

¿Qué se debe hacer cuando peligra la vida una madre embarazada? En primer lugar hay que distinguir entre el mal llamado aborto "terapéutico" y el "aborto indirecto". El aborto "terapéutico" es un aborto directo porque mata directamente al bebé no nacido como medio para presuntamente salvar a la madre, cuando en realidad hay otras alternativas para salvarla a ella y a su bebé no nacido. Por consiguiente, el aborto "terapéutico", como todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado en ningún caso. En realidad la frase aborto "terapéutico" es una contradicción en términos, porque ningún aborto salva o cura a nadie (que es lo que la palabra "terapéutico" quiere decir). 
Distinto es el caso del "aborto indirecto", que en realidad no es un aborto en el sentido verdadero de la palabra: no es un aborto directamente provocado. Se trata del caso en el que la vida de la madre embarazada corre un peligro inminente, y la situación es tal, que si el médico esperara a que el bebito fuera viable (momento a partir del cual puede vivir fuera del útero con la tecnología 
disponible), morirían tanto la madre como él, ya que antes de que llegase el momento de la viabilidad, se produciría la muerte de la madre y el bebito moriría también. La situación también es tal que el médico tampoco tiene otra alternativa para salvar a los dos, si la hubiera, tendría que recurrir a ella. Entonces el médico no tiene más remedio que intervenir, tratando siempre de salvar a ambos (al bebé no nacido y a su madre). Si en ese proceso el bebé muere como un efecto no directamente causado ni querido por el médico, entonces no hay por qué culpar a nadie. Se trata de un "aborto indirecto", y aunque ciertamente es una tragedia, no es algo moralmente imputable. 
Obsérvese que no estamos hablando de una excepción a la prohibición del aborto directo o provocado. El aborto directo o provocado no tiene excepción alguna. El caso del que estamos hablando aquí es, como ya hemos señalado, un "aborto indirecto", tanto en la causa como en la intención. Por consiguiente, se trata de un caso completamente distinto y que por tanto cae fuera de la norma que prohibe, de forma absoluta, la destrucción directa de un ser humano inocente. 
Hay que observar también que, en el caso del "aborto indirecto", no se trata de que el médico escoja entre salvar al bebé no nacido o a su madre, se trata de optar por salvar las dos vidas. Si a 
consecuencia de tratar de salvar a las dos vidas, muere una, ello no depende de la opción del médico. 
Gracias a Dios, cada vez se logra la supervivencia fuera del útero materno de niños con menos tiempo de edad gestacional. Y también gracias a Dios y al avance tecnológico, se logran salvar bebitos no nacidos en situaciones en las que antes no se lograban salvar y en las que por tanto, ya no se puede invocar el principio del aborto indirecto para justificar una intervención que da como resultado la muerte indirecta del no nacido y el que la madre se salve, porque ahora ambos se pueden salvar. 
Veamos los casos de embarazos ectópicos, es decir, de embarazos fuera del útero. De todos los embriones ectópicos, el más frecuente es el tubárico. Este se produce porque las trompas no tienen sana su fisiología o su anatomía. Ello puede ser causado por inflamaciones tubáricas, que a su vez son causadas por abortos provocados anteriormente que dan lugar a infecciones. También pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual; por el uso del
dispositivo intrauterino (DIU o IUD), que dicho sea de paso, es abortivo; etc. Al ocurrir esto, el grosor interior de la trompa disminuye, permitendo que pase el espermatozoide y fecunde al ovocito, pero no permite que pase el ovocito fecundado o cigoto (o sea, el nuevo ser humano) por la trompa hacia el útero, sino que queda atrapado en la trompa y al crecer la rompe y muere el embrión y puede morir la madre, si no se detecta a tiempo. 
En la época pre-ultrasonido generalmente se hacía el diagnóstico cuando la trompa ya se había roto. Ahora se puede diagnosticar con más frecuencia y antelación con el niño vivo dentro de la trompa. Es entonces que se crea el dilema ético y se aplica el principio del "doble efecto", que en este caso implica sacar un órgano enfermo dentro del cual hay un niño vivo. 
Sin embargo, hay que valorar en qué medio se está. No es igual un embarazo tubárico en un centro médico donde se tiene la tecnología adecuada que en otro donde no se tiene. Por otra parte, hay que valorar la posibilidad de que ese embrión tubárico en vez de reventar la trompa sea expulsado hacia la cavidad abdominal, produciéndose así un embarazo ectópico abdominal. En esos casos el embarazo puede llegar a término y nacer el niño vivo por laparotomía. 
Pero aunque el niño permanezca en la trompa, con la tecnología moderna, ha habido casos en los que se ha llevado al niño de la trompa al útero y consecuentemente se ha salvado al niño. Esto sería la forma ideal y correcta de tratamiento del embarazo ectópico tubárico, ya que se salvaría el niño, además de la madre. Pero, lamentablemente, requiere técnicas y equipos no disponibles en todos los lugares del mundo. Donde sí los haya, estos medios se deben emplear, se trata de un grave deber ético. 
Tener una "expectación armada" ante el embarazo ectópico es lo que se debe hacer. Ello se refiere a que los médicos estén con la tecnología y los medicamentos listos, pero sin intervenir siguiendo muy de cerca a la mujer en esta situación, la cual estaría hospitalizada durante todo este tiempo, para entonces, en el momento adecuado, si ello es posible, salvar también al niño no nacido y si no, esperar a que este muera de forma natural para entonces extraerlo. De esa manera se estaría respetando la vida del niño ectópico. Hay que realizar esfuerzos, en la medida de lo posible, para que esa "expectación armada" se lleve a cabo en todas las instalaciones médicas. Ello también es un grave deber moral. 
Pero, lamentablemente, no en todas partes se cuenta con lo necesario para ello y el índice de muerte materna por embarazo tubárico es muy elevado y los niños que nacen a consecuencia de un embarazo ectópico es muy bajo y muy pocos sobreviven. Aunque hay que respetar toda vida 
humana, la situación inmediata de la mujer en un embarazo ectópico es mucho más grave que la de una mujer embarazada en el caso, por ejemplo, de un cáncer de útero, en el cual sí se pueden salvar a ambos: madre e hijo no nacido con la tecnología de que se dispone en la actualidad en prácticamente todos los lugares del mundo.
 


ABORTO POR VIOLACIÓN:


En Estados Unidos la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos fueron declarados en el año 1982 (actualmente, bordea los 140,000 casos). Esta cifra es todavía más impresionante si se tiene en cuenta que solamente se denuncian el 40 al 80% de las violaciones. En todo caso, los embarazos son extraordinariamente raros, por varias razones. Por ejemplo, la tasa extremadamente alta de disfunciones sexuales en los violadores. En tres estudios se constató que el 39, el 48 y el 54% respectivamente de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación. En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente raros los embarazos por violaciones es la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales. El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima también puede estar tomando anticonceptivos, puede llevar un DIU o haberse hecho la ligadura de trompas; el 20% se situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen una potencial fertilidad.
Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha llamado estrés de infertilidad temporal como reacción a un estrés extremo. Es decir, el ciclo menstrual, regulado por hormonas, es fácilmente distorsionado por un estrés emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado, adelantando prematuramente la menstruación.
Un estudio determinó que se registraron solamente 0,6% de embarazos en 1290 víctimas de violación. En una serie de 3,500 violaciones en 10 años en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazo. No obstante, algunos embarazos pueden ocurrir.
Todos los argumentos contra el aborto fundamentados en razones psicológicas, son también válidos para los casos de violación. El aborto es "una cura" que únicamente agrava la "enfermedad"; la evidencia actual muestra que la violación es una fuerte contraindicación para el aborto.
Sin duda las emociones que rodean la violación y el aborto son tan semejantes que el aborto no hará más que reforzar las actitudes negativas. Como la violación, el aborto acentúa la sensación de culpa; baja la propia estima; reafirma la sensación de haber sido sexualmente violentada; acentúa los sentimientos de haber perdido el control o de ser manejada por las circunstancias; intensifica los sentimientos de rechazo a los hombres; desencadena frigidez, etc. Entonces, el aborto en la víctima de la violación lo único que hace es reforzar esos sentimientos negativos, y no hace nada para promover la paz y la reconciliación interior que la mujer tanto necesita.
Alentar a la mujer a dar salida a su enojo desplazándolo en venganza contra su hijo, solamente produce impactos negativos y actitudes autodestructivas en su mente . En el mejor de los casos el aborto sólo oculta uno de los síntomas físicos de la violación, pero en su lugar, la mujer tendrá que enfrentarse con el recuerdo constante de que ha matado a su hijo.
En las víctimas de la violación que quedan embarazadas y que sabiamente eligieron mantener la vida de su hijo, la elección por el nacimiento es la elección que triunfa sobre la violación, es la elección del bien sobre el mal, el triunfo del amor sobre la violencia. Una elección así viene a decir que "la violación no va a regir mi vida", que aunque yo haya sido violada, no voy a someterme a la ley de la violencia sino del amor. Es una elección que saca algo bueno de lo que parece ser tan intrínsecamente malo. En lugar tener que recordar el temor y la vergüenza que pasó, su elección en favor de la vida le permitirá recordar su coraje y generosidad.
Este es el caso de una joven que rechazo su embarazo por una violación
Verónica Cardona, una mujer colombiana de 21 años que quedó embarazada a los 16, tras ser violada por su propio padre, reveló el drama que pasó y cómo Dios le dio fuerzas para continuar, y ahora exhorta a las mujeres que pasan por casos similares a que “¡no tengan miedo de decirle sí a la vida, no tengan miedo de decirle sí al amor!”.
ACI: Entiendo que usted sufrió una violación y de aquello quedó embarazada. ¿Cuál fue el primer impacto al enterarse del embarazo y cómo llegó a aceptar a la nueva vida que llevaba consigo?
Verónica Cardona: Bueno, el primer impacto fue sentirme totalmente destrozada. Fue un impacto muy grande el darme cuenta de que estaba embarazada. En ese preciso momento sentí que mi vida se había frustrado, más aun porque sabía que el bebé que venía en camino era el “producto” de una violación por parte de mi propio papá. Caí en depresión unos días, no quería matar a un ser inocente pero tenía miedo, quizás el mismo miedo que sienten muchas mujeres al enterarse de que están embarazadas. Miedo a que no fuera capaz de salir adelante, miedo a los prejuicios, miedo a que me vieran con lastima, miedo a afrontar la realidad, miedo a quedarme sola.
Naturalmente casi toda mi familia, doctores, jueces, en fin todos querían que abortara y más aún aquí en Colombia, que se acababa de hacer “legal” el aborto en tres casos: por violación, por malformación y por riesgo de la vida de la madre.
Yo cumplía con todos los requisitos: violación, una posible malformación por la información genética, y mi vida estaba en riesgo pues era un embarazo de alto riesgo.
Por otra parte, recodaba un día en el cual mi mamá llorando me pedía perdón pues ella había intentado abortarme, no quería que yo viviera, y pensé que yo no tenia el derecho de arrancarle la vida a nadie y menos a una personita indefensa que no podría defenderse, una personita que no me había hecho nada a mí.
Y así, aunque en mi familia me dejaron de hablar por unos días, sólo mi mamá me apoyaba en mi decisión, pues me había dicho que fuera cual fuera mi decisión era mía y me iba a apoyar. Y así comenzó a crecer en mí el más grande milagro de amor.
Fue una experiencia aunque dura, hermosa, cuando veía las ecografías podía darme cuenta del gran milagro de la vida, sentir sus pequeños pero inofensivos golpecitos en mi estomago. Y luego ver su ternura al nacer.
ACI: ¿Recibió consejería, o algún auxilio durante este proceso? ¿De quién y cómo fue?
Verónica Cardona: Bueno, para este tiempo mi mamá se encontraba asistiendo a una comunidad católica, y ellos me ayudaron bastante. Me animaban a seguir en mi decisión de traer vida al mundo, ya fuera que al nacer diera a mi hija en adopción, o decidiera quedarme con mi hija y salir adelante. Hablábamos de los muchos niños que han sido abortados.
ACI: ¿Qué papel jugó Dios para usted durante este tiempo?
Verónica Cardona: Bueno, durante este tiempo quise olvidarme de Dios. Me enojé con Él porque no podía entender cómo un Dios tan bueno y con tanto amor hacia mí podía permitir que me pasara esto, que no había hecho nada malo en la vida, y que desde antes de nacer ya estaba sufriendo bastantes dificultades pues desde el vientre de mi mamá ya no era deseada. No podía entender, mas sin embargo me refugiaba en Él y le pedía fuerzas para continuar adelante, y hoy estoy segura de que Él siempre estuvo conmigo en mis noches y días de llanto. ¡Era Él quien me animaba y me levantaba!
ACI: ¿Cómo se animó a compartir su experiencia y participar en marchas en favor de la vida?
Verónica Cardona: Después del nacimiento de mi hija, me sentía con muchos vacíos y busque llenar mis vacíos y refugiarme en muchas cosas: amigos, fiestas, trago, trabajo.
Por esa época, los papás de mi mejor amiga se iban a separar y los invitaron e ellos a un retiro espiritual de parejas en la comunidad Lazos de Amor Mariano. Ellos asistieron a pesar de haber hablado ya con sus abogados para empezar el proceso de separación, y cuando regresaron de este retiro era impresionante, parecían novios.
Se decían amorcito, mi vida, se daban bocados de comida, se cogían de la mano. En los años que llevaba de conocerlos nunca había visto esto y yo soy como parte de la familia, incluso me encontraba trabajando con ellos.
Ellos quisieron que yo fuera a un retiro de conversión en la misma comunidad. Tengo que admitir que sentí miedo de ir, porque sabía que me iba a encontrar con Dios, iba a entender muchas cosas. Sentía miedo porque hacía un tiempo le había dado la espalda a ese mismo Dios que siempre estuvo a mi lado.
¡Estando en el retiro pude volver a vivir! Pude perdonar a mi papá y a todos los que alguna vez me habían hecho daño. Entendí muchas cosas, me sentí digna nuevamente, ¡volví a nacer!, ¡fue hermoso!
Cuando salí del retiro, sentí un gran deseo de pertenecer a esta comunidad, así que empecé un proceso. Por gracia de Dios, empecé a servir y me di cuenta de que la vida es un don.
Me indignaban, como me indignan ahora, los argumentos de los abortistas, que se escudan en casos como el mío para matar a un inocente y llenar sus bolsillos con dinero manchado de sangre inocente, diciendo que cada vez que veas a ese niño vas a recordar el momento tan doloroso en que fuiste abusada, o que si tiene alguna malformación va a ser un niño infeliz, o que si mueres quién cuidara de tus hijos.
Argumentos tan tontos como el que me dio una feminista ecuatoriana, Diana Rodríguez, estos días por Twitter, donde me decía que en la conquista de la sociedad no participan los que han sufrido las circunstancias, y yo digo que absurdo es esto. Y al preguntarle que entonces quiénes participaban, me responde que es un insulto a su inteligencia debatir conmigo y bloqueó mi cuenta en su Twitter.
Sentí la necesidad enorme de gritar la verdad al mundo, que es que un hijo nunca te recordará las circunstancias, porque es una persona absolutamente diferente, por el contrario te ayudará a sanar las heridas, le dará alegría y sentido a tu existir.
Lo digo desde mi propia experiencia y no como los abortistas que hablan sin siquiera conocer o haber pasado por una experiencia de estas, porque la mayoría que apoyan el aborto no han abortado, pues las mujeres que, engañadas, abortan después son defensoras de la vida.
No son infelices los niños con malformación. Además, la mayoría de diagnósticos médicos en estos casos se han equivocado. Según ellos, mi hija iba a ser un ogro y bueno, hoy es el más bello ogro. No tiene ninguna dificultad, no tiene ninguna enfermedad, no tiene ningún retraso. Y si lo tuviera, como una primita mía, no sería infeliz, por el contrario ella es absolutamente feliz.
Y eso de que se puede abortar por riesgo de vida de la mamá, pues mueren mas mujeres abortando que mujeres dando vida.
ACI: ¿Qué opina de que casos como el suyo sean usados como bandera por quienes promueven el aborto?
Verónica Cardona: A los abortistas no les importa la mujer como quieren aparentar. Si les importara verdaderamente, no ofrecerían un aborto sino, por el contrario, ayuda para salir adelante con su hijo, aceptarían realidades como el síndrome post- aborto, aceptarían que la vida comienza en la fecundación del óvulo como lo dicen los científicos.
Reclaman “derechos” de la mujer y ellos son los primeros en pasar por encima de ellos, pues las mujeres tenemos derecho a saber la verdad, algo que ellos no hacen. Las mujeres tenemos derecho a una maternidad, y ellos pasan por encima de este hermoso don, convirtiendo el vientre de las mujeres en la tumba de su propio hijo.
¡El aborto no desembaraza a nadie! Matar no es una opción, es la peor decisión. La vida engendra vida, la muerte, por el contrario, engendra muerte, dolor, llanto, desesperación, angustia y una culpa que muy difícilmente se borrara de tu mente, de tu alma, de tu ser.
Los abortistas no deben jugar con el dolor de la mujer y de muchos hombres también que son victimas de una aborto.
Por último, quiero invitar a todos los católicos, cristianos, evangélicos, ateos y a todos los que están a favor de la vida, a que no nos cansemos de ser la voz de aquellos, que aunque tienen voz y derechos, han querido callarlos desde el vientre.
¡No tengan miedo a decirle sí a la vida, no tengan miedo de decirle sí al amor!
Quisiera terminar con una frase de nuestro fundador, Rodrigo Jaramillo, “quien aborta a un niño de su vientre, aborta a Jesús de su corazón”. Y añado yo: “pues Jesús es la misma Vida”.
ACI: ¿Lograste perdonar a tu padre?
Verónica Cardona: Por gracia de Dios pude perdonar a mi papá, mirarlo a los ojos y darle las gracias por haberme dado la vida.
ACI: Tu hija ¿sabe lo que ha pasado? o ¿eventualmente se lo explicarás?
Verónica Cardona: Mi hija aún no sabe bien todo lo que pasó, pero poco a poco le iré contando. Ella tiene derecho a saber la verdad.
VÍDEO REFLEXIVO: 

ARGUMENTOS A FAVOR Y ENCONTRA DEL ABORTO
Hay muchos argumentos que se han difundido insistentemente, especialmente en aquellos países donde, con cualquier motivo, intentan buscar la legalización del aborto o ampliarlo allí donde ya se ha legalizado alguna de sus formas.
Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarse cuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal grave y permanente
La Verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que prácticamente no hay circunstancias en la cual se deba optar ente la vida de la madre o la del hijo. Ese conflicto pertence a la historia de la obstetricia. Ya en 1951, el Congreso de Cirujanos del American College dijo que "todo el que hace un aborto terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos" . El temido caso de los embarazos "ectópicos" o que progresan fuera del útero materno están siendo manejados médicamente cada vez con mayor facilidad. por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.
Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto llamado "sentimental".
La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son extremadamente raros. En Estados Unidos, por ejemplo, la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta cifra es más importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80% de las violaciones no se denuncian.
En estos casos los embarazos son extraordinariamente raros, por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. En tres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación.
En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente raros los embarazos por violación: la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales.
El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima puede estar tomando anticonceptivos, tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen un potencial de fertilidad.Además de la
Infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha llamado stress de infertilidad; una forma de infertilidad temporal como reacción al stress extremo.
El ciclo menstrual, controlado por hormonas, es fácilmente distorcionado por un stress emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado la menstruación puede ocurrir prematuramente.Un estudio determinó que se registraron solamente el 0.6% de embarazos en 2190 víctimas de violación.
En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazos puede ocurrir.Procurar una legislación en base a una excepción en vez de una regla es totalmente irracional desde el punto de vista jurídico. Es obvio que el espantoso crimen de la violación es utilizado para sensibilizar al público en favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepción brutal como un agresor. Es claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, la de la violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir que un veneno hay que combatirlo aplicando otro. 
El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de por sí. Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga para nada con la brutal decisión de su padre genético. Por otro lado, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación. Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es siquiera aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden leerse estos duros pero reveladores testimonios
Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá mucho y le ocasionará sufrimientos y gastos a los padres.
La Verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.
Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubeola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los bebitos tendrían defectos. Quiere decir que el aborto por causa de la rubeola matará a 5 criaturas perfectamente sanas por cada bebé afectado.
Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".
El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que ho hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.
El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.
La Verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.
Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a ésto es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.
El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
La Verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres humanos femeninos"; obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.
Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.
La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que parece moralmente aceptable y por tanto, como una opción posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal.
Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de Illlinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.
El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo.
La Verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí, pero hasta cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a sus oídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque esté temporalmente dentro de ella. 
El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas. Casi no tiene efectos colaterales. 

La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitis producida por las tansfusiones, que podría ser fatal. 

Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto. 

Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres por aborto legal que por disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto,otras los tienen muchos años después: se trata del Sindrome Post Aborto. 

Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.
 Jennifer Andrea Barrera Zapata








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